martes, 20 de octubre de 2009

¿CON QUÉ HERRAMIENTAS PODRÍAMOS MODIFICAR EL DESTINO?


cambiar-mi-destino-o-modificar-el-destino-de-la-vida
Destino escrito o modificable Perspectiva Distinta Xq4tmu 


¿Cómo cambiar y elegir nuestro Destino?
¿Destino escrito o libertad experimental? 

Perspectiva Distinta Xq4tmu
Jorge Julio Otterstein.

¿Podemos cambiar nuestro Destino?

¿Se puede modificar el Destino?

¿Se podría cambiar el curso de la historia destinada de una persona?

¿CON QUÉ HERRAMIENTAS PODRÍAMOS MODIFICAR EL DESTINO?


Destino escrito o modificable.
¿Cómo cambiar y elegir nuestro Destino?
¿Destino escrito o libertad experimental? 
¿Podemos cambiar nuestro Destino?
¿Se puede modificar el Destino?
¿Se podría cambiar el curso de la historia destinada de una persona?
Imagen y semejanza y libre albedrío.
El EGO es recurrencia y sometimiento.
La libertad pertenece a la semejanza de DIOS.
La semejanza o chispa divina, no es el ego.
El verdadero libre albedrío es la libertad en conciencia.



El ego no conoce la libertad, porque el ego está sometido y condicionado a un método sistemático de existir.

Para experimentar el verdadero libre albedrío y libertad de modificar o cambiar el destino, la lógica indicaría que debería ser en ausencia de lo que oprime e impide esa libertad. Y lo que impide la libertad real, es el ego con todas sus legiones.

Libre de ego, es la esencia de Dios en la humanidad, y esa, es la libertad.

¿Cuáles pueden ser los indicios de libertad para llegar a decidir y experimentar el libre albedrío de destino?

Primordialmente para ello, en la medida que logramos tomar conciencia de la vida, logramos el control de sí mismos o el control de nosotros mismos; en la providencia del discernimiento propio; cuando logramos la mayéutica, creatividad, inspiración, intuición y cierto equilibrio, madurez y autoconocimiento o gnosis, cabe la posibilidad que algo podamos modificar o cambiar.

Para modificar algo, debemos conocer la experimentación y la Fe; para esperar un cambio, debemos creer y tener esperanza. El pesimismo de las limitaciones de la incredulidad no permite la experimentación.

Para experimentar la libertad, no debemos sentir ataduras que nos opriman.
Cada ego, está estrictamente aferrado a su condición y función.

Para conocer la libertad, hay que Ser o estar libres. 

La libertad y la felicidad, en cierto modo es casi lo mismo; y para dimensionar felicidad, hay que sentir paz o estar paz; y para llegar a experimentar la paz interior, debemos reconocernos a nosotros mismos.

Al sentir la paz interior, es algo que se refleja en lo que exteriorizamos.

Si lo que reflejamos es humildad y serenidad, es porque existe paz interior.

Fuera de la manifestación, influencia y dominio del ego, las cosas de la vida son claras como el agua, y libres y transparentes en paz y felicidad.

Existen leyes que nos rigen, pero son densas en el ego; pero en la libertad son sutiles y elevadas.

En los instantes de creatividad, estamos más cerca de la esperanza y libertad; en los instantes de inspiración, estamos más próximos a la independencia y libertad; en los instantes de paz interior, estamos en felicidad…

Lo que ahora llamamos libertad de forma de vivir, es nada menos que la subyugación del hombre por el hombre; y como otro tipo de esclavitud del hombre moderno, en donde somos obligados y sometidos a correr con desesperación por un sistema en el que domina la codicia y la ira. Ese tipo de libertad, no es la libertad real que permitiría modificar o cambiar nuestro destino. En esa apariencia de libertad, sólo cambiamos las formas del vivir en la codicia y la ira.

En esa forma de vivir, no podemos decidir nada por nosotros mismos, porque todo está regido por la inercia e influencia del riguroso método y forma de subsistir.

Hemos asumido tal forma de vivir como una ley de la alianza mancomunada que existe entre los poderosos que dominan al mundo y el protegido ego particular nuestro.

Nos movemos para todo dentro del ego, y dentro de esas limitaciones somos como inválidos. Sólo podemos tener una aparente libertad dentro del ego mismo.

La ira por ejemplo (rabia, cólera, odio, irritación...) nos agobia en cualquier momento; y con ira manifestada en sus diversas intensidades y variantes, es imposible decidir por nosotros mismos en verdadera paz y libertad; sólo decidimos ira que nos gobierna por infinidad de tiempo y sufrimiento.

Lejos del fanatismo y la obsesión, el cimiento de la libertad para llegar a percibir las sutilezas del destino, es el reconocimiento real de nosotros mismos. Y para existir reconocimiento de nosotros mismos, debe existir humildad, mente y corazón abiertos.

Con esa misma humildad, valentía y templanza, un indicio y primer paso para liberarnos, aunque al ego le cause dolor, es reconocer públicamente al defecto y la ignorancia que cargamos. Pero con resultados extraordinarios y porque ya no agotaremos esa energía en justificaciones y orgullo intelectual. Al despojarnos de cierta porción, descubriremos que algo grandioso fluye como una matemática. Si la balanza ha perdido peso del despojo, ha ganado el equilibrio y sabiduría.

Si creemos que somos partes de Dios, debemos dejar que aquella porción fluya con naturalidad en hechos y no sólo palabras al viento, más bien, como la misma libertad y felicidad que Dios dio origen.

Dios, nunca quitaría el amor y la libertad, porque es la libertad de Dios la que ha permitido la diversidad de la vida.

Entonces, cuando impedimos la libertad por nuestro ego; cuando quitamos la vida por la codicia; cuando disfrutamos con la ira y la violencia… matemáticamente negamos el amor; negamos la libertad; negamos a nuestro hermano; negamos la vida; negamos la naturaleza; negamos a Dios…

En algún grado de conciencia de percibir la inmersión de los albores del destino, el ahora y la eternidad se presentan en un sentir, como admirado espectador que se ve a sí mismo jugando en su propio camino…

Somos la Unidad de la Multiplicidad del Todo… 


Perspectiva Distinta Xq4tmu, Jorge Julio Otterstein.- Código xq4tmu 

No a la Violencia